TESTIMONIO DE UNA LAICA COMPROMETIDA

ROSA LÓPEZ: LAICA COMPROMETIDA.


POUGHKEEPSIE, NEW YORK. ABRIL 2010

Yo llegue en el año 2001 y empecé a asistir a las misas en la iglesia de St Mary’s. Pero al ver la necesidad de mis hermanos yo me acerque al coro que era el único grupo que había y empecé a cantar con ellos la Misa de los domingos también servía como lectora. Con el paso del tiempo al ir conociendo la comunidad me di cuenta que la gente tenía muchas necesidades y empezamos a trabajar la Sra. Leticia Amarillo y su servidora llevando la Imagen de la Virgen María y rezar en familia el Santo Rosario y gracias a esta actividad las familias podían compartir sus problemas y necesidades, nosotras a cambio les brindábamos apoyo espiritual y moral.

Con el crecimiento de la comunidad las necesidades fueron mayores y cuando algún hermano fallecía la gente nos invitaba para rezar las novenas de los difuntos. De la misma manera buscábamos ayuda económica de otros hermanos ya que éramos parte de una comunidad pobre y desprotegida pues no contábamos con el dinero suficiente para enviar los cuerpos de nuestros hermanos a sus lugares de origen.

Con el paso de los años sin querer, mi gente me convirtió en su líder. Pasaron por la parroquia muchos sacerdotes, unas veces se podía trabajar un poco otras nada, pues continuamente nos negaban los permisos para hacer actividades dentro de la parroquia. A pesar de nuestras limitaciones que fueron muchas en los últimos 4 años pudimos realizar eventos para que nuestra comunidad se uniera y se solidarizara en festividades y en desgracias.

Desafortunadamente hoy día yo me siento muy triste, no por mí, sino por las mas de 1200 personas que en nuestra Iglesia se reunían al realizar estos eventos. Ahora no tenemos más permiso de usar los espacios vacios que no usan los anglos. No hay quien llene esos espacios y en la comunidad hispana que es tan numerosa y tan joven buscamos esos espacios sin encontrar respuesta. ¡Que alguien nos explique el porqué de esta ironía!.

Yo no tengo hijos pero me preocupa y me duele en el alma la suerte que correrá nuestra juventud y niñez, sin nadie que pueda solucionar todo esto.

¡Ya es hora de que nos hagan caso y se preocupen por todos estos católicos de nuestra área!



Rosa López